Tras el último On the Edge, dónde el tema principal a tratar fue el rol que debe de tener la empresa hacia un nuevo capitalismo, ya que el capitalismo con el paso de los años ha ido cambiando por las distintas necesidades que han ido surgiendo. En estos momentos, nos encontramos en un momento que se debe de asumir y practicas un capitalismo más social en la que todos los miembros de la sociedad sean considerados importantes, es decir, empresas, trabajadores, consumidores. También, las empresas están siendo conscientes de que deben de alinear sus objetivos con la Agenda 2030 y sus objetivos de desarrollo sostenible, no solamente deben tenerlos presente las empresas, sino también los gobiernos y cada uno de los ciudadanos porque se debe de ser consciente de que todos somos la parte interesada en conseguir un planeta más sostenible.

Uno de los temas que más destaco de esta ponencia, es la exclusión social, el quedarse fuera del sistema. En un primer momento, podemos pensar que en los países desarrollados no existen altas tasas de pobreza o exclusión, pero si existe en estos países una gran desigualdad y tasas muy negativas que deben de ser mejoradas. Centrándonos en nuestro país, el indicador AROPE nos muestra datos bastante preocupantes en su informe de 2020. En el año 2019, un total de 11.870.000 personas de nuestro país están en riesgo de pobreza y/o exclusión social, estamos hablando de un 25,3% de la población, aunque el indicador haya mejorado levemente debemos de ser conscientes de la magnitud de estas cifras. Además, estamos ante una situación bastante complicada a nivel económico por la crisis que está suponiendo el COVID – 19 (European antipoverty network, 2020).

No podemos permitir que esta pandemia afecte con mucha más dureza a esa parte de la población más desfavorecida o con menos recursos. CaixaBank Research en un informe sobre el impacto económico de la pandemia respecto a la desigualdad, transmite un mensaje muy claro, la crisis está suponiendo un impacto muy fuerte y desigual, es decir, un aumento pronunciado de la desigualdad. La destrucción de empleo provocada por la crisis económica se está concentrando en colectivos más desfavorecidos, esto supone un aumento de la desigualdad en la renta. Estos hechos suponen una contundente respuesta política, a través de políticas públicas (Apaschs, et al., 2020)

Además de las políticas públicas que se deberían de llevar a cabo para combatir este hecho, muchas empresas están poniendo su granito de arena para que estos problemas no se sigan agravando. En este caso, me gustaría mencionar la Fundación Alalá, esta fundación ya lleva cinco años intentando transformar la vida de las personas del barrio más pobre de España, las 3000 viviendas de Sevilla. Siempre mediante el arte, la cultura y el deporte intentando conseguir para este colectivo tan desfavorecido una vida mejor, en igualdad de oportunidades e intentando transformar este barrio (Fundación Alalá, 2020). Este es un gran ejemplo de como las empresas pueden colaborar y ayudar a grupos más desfavorecidos y consecuentemente intentar lograr esa igualdad que todas las personas merecen.

Por último, me gustaría destacar que en este entorno tan cambiante en el que nos encontramos las empresas deben de poner a las personas en el centro de sus estrategias, y tener muy en cuenta que se actúe de una forma sostenible y en consonancia con los objetivos de la Agenda 2030. Se debe premiar a estas empresas que lo hacen bien, que innovan, actúan de manera responsable y además aportan y ayuda a que esas tasas tan preocupantes que hemos mencionado de pobreza y/o exclusión social sean las menores posibles.

Bibliografía

Apaschs, O. y otros, 2020. www.caixabankresearch.com. [En línea]
Available at: https://www.caixabankresearch.com/es/economia-y-mercados/sector-publico/impacto-economico-covid-19-desigualdad-time-different?index
[Último acceso: 15 Marzo 2021].

European antipoverty network, 2020. El ESTADO DE LA POBREZA. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España, Madrid: s.n.

Fundación Alalá, 2020. Memoria 2020 Fundación Alalá, Sevilla: s.n.